12/10/09
La culpa no la tiene el chancho, sino quien le da de comer.-
Un par de semanas para las elecciones.-
Escucho los discursos de todos los candidatos, a los que le conozco el "pedigree".-
Confieso que a veces me aburro un poco y cambio de canal.-
Pienso que ese raro momento de comunicación con los representados y cotizantes que sólo se repite cada 5 años, se podía aprovechar para difundir, discutir, escuchar críticas con los que en definitiva van a ser los beneficiarios o víctimas de todas esas promesas mirabolantes en las que nadie cree a ésta altura; porque hace 60 años que estoy escuchando a los políticos de todos los pelos hablar de la educación, la salud pública, la previdencia social, las fuentes de trabajo, el bienestar y el crecimiento, cuando - a lo largo de mi vida - siempre ví que iban empeorando todos esos indicadores.-
¿Entonces, - Juanjulio - en qué quedamos?.-
A mí los políticos me recuerdan mucho a los pastores religiosos, a los curas y predicadores ,y a toda esa caterva de beneficiarios de las promesas de paraísos futuros con los que embaucan a los crédulos esquilmándolos de los despreciables bienes terrenales impregnados de pecado diabólico.-
Claro que sin sorprenderme, asisto al enorme flujo de parásitos, avivados, cuenteros, oportunistas y escaladores ( a muchos de los que conozco, claro) que acuden presurosos a integrar las listas de los diferentes partidos para tener la oportunidad de poner al servicio del país sus preclaras inteligencias, su dedicación y empeño en la felicidad pública (sobretodo de los más humildes) mientras cobran suculentos sueldos y tratan de afanar lo más que puedan para enriquecerse.-
Pero como la crisis más grave que aqueja a la humanidad es la de los valores, nadie levanta la voz para perseguir o acusar a los corruptos, porque la mayoría están contaminados con la ambición material y les encantaría hacer lo mismo.-
Confieso que estoy curioso por conocer el resultado de todo éste patético carnaval cuando se termine. Claro que no espero grandes logros.-
En el fondo los admiran, porque todos querrían estar en ese lugar para hacer lo mismo.-
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