Jorge Rossi Rebufello
luchó incanzablemente,
junto a otros
compañeros, por sacar a la luz,
la porquería que se
esconde detrás de la FAU SA
y por devolver la
aviación civil al lugar al que pertenece.
Pero ante fieras tan
grandes, como lo son
los poderes que rigen
la batuta, y peleando casi sólo,
logran que a uno se le
acaben las fuerzas.
Civilizar la Aviación Civil.-
Así llamé a una campaña que inicié en marzo del 2005 apenas asumió el
gobierno del FRENTE.
Para el nombre me inspiré en un chiste que le hizo un alcahuete de los
milicos a un Mayor,que era el Jefe del Celdario en el Penal de Libertad.
- Mayor ¿Ud. sabe en qué se diferencia un civil de un militar? - ¿En qué,
a ver...? - En que un civil se puede militarizar, pero un militar no se puede
civilizar... . Al Mayor no le gustó el chiste y se fué.
No alcancé el objetivo de la campaña. La Aviación Civil sigue
militarizada y en consecuencia aniquilada y saqueada, como he denunciado
reiteradamente. Sin embargo, en contrapartida me sirvió mucho porque me educó,
me enseñó cosas que no sabía. En realidad cuenta la primera violación. Las otras
son apenas reiteraciones. La constitución está siendo violada hace 32 años en
reiteración real en su Art. 332 Inc. E y a nadie le importa. Aprendí -por
ejemplo- que en Uruguay los únicos que están contra los milicos son los
familiares de sus víctimas. Hay que ser impiadosamente autocrítico para crecer.
Eso vale para los individuos y los países.
El idealismo tal vez sea una rémora que me dejó mi extracción
pequeño/burguesa. Nadie me mandó a mí a sobrevalorar al FRENTE, ni a la familia
aeronáutica civil.
Calculé que bastaría con hacerle ver al gobierno que ésta hábil cuadrilla
organizada de la FAU se viene mamando 60 millones de dólares anuales de la
Aviación Civil (no lo digo yo, lo dice un Ministro de Sanguinetti), para que le
cortaran el chorro.
No, señor; me equivoqué!. Pensé que los civiles estarían tan molestos,
perjudicados e indignados como yo con esa situación ilegal, inconstitucional y
absurda, y ahí también me equivoqué. Es cierto que asistieron unas 300 personas
a las 6 reuniones que organicé en el Palacio Legislativo, entre ellos un activo
y competente grupo de "civiles", que cobran suculentos sueldos en el
Ministerio de Defensa que “sabotiaron todo” lo que les fué posible (quedó
demostrado y registrado en actas del Parlamento).
Nueve meses me bastaron para aprender. Un embarazo. ¿Que fué lo que
aprendí?. Que la realidad que se vive en Uruguay, respecto al militarismo
criollo, dimana de la respetable postura popular mayoritaria; entonces debemos
respetarla.
Si hubiese sido agraciado con una capacidad análitica más aguzada no cometería
éste tipo de errores.
Desde las condolidas viejitas que iban a firmar el album en la Embajada
Norteamericana por la sentida desaparición de Dan Anthony Mitrione, pasando por
las diáfanas y democráticas elecciones que consagró la impunidad y el Club
Naval, hay una clara voluntad popular de aceptar el brazo armado del imperio,
el fascismo y la oligarquía como parte del ser nacional. Hace 33 años que los
milicos rapiñaron la Aviación Civil. Lo que vivió el Cristo (de Jerusalem).
Aparte de que durante ese período, los gobiernos les han ido dando
mayores potestades y legalizando los atropellos jurídicos, la familia
aeronáutica civil ha hecho muy poco por mandar de vuelta a los cuarteles a los
milicos para que cuiden los plantíos de zanahorias que tienen en el fondo.
Frente al despotismo hay dos caminos: la sumisión o la rebeldía. El
primero es caro: hay que pagarlo con la dignidad. ("Todo aquello que tiene
por precio una partícula de dignidad, es demasiado caro" dijo Ingenieros).
La rebeldía es ejercicio de elegidos a los que todos aplauden, pero muy
pocos están dispuestos a seguir.
Ingenieros también dijo: "Si te resignas a ser gusano, renuncias al
derecho de protestar si te aplastan".
JORGE ROSSI REBUFELLO Piloto Comercial Nº 432 - Recluso Nº1542 (Escrito
el 24/08/06)
Tirando los buzios.-
El hombre siempre ha querido antever el futuro. Busca señales en todo, desde los huesitos de las pechugas de la gallina, las cartas, los caracoles, las hormigas y un sinfin de instrumentos de adivinación. Con mi agnosticismo y mi ateísmo que va empeorando con la edad, apenas uso las cifras del Bº Central, los
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