Mi querido Comandante (que Marxito no se entere):
Mi
incurable subjetivismo congénito -como que fué un humanismo idealista de
pequebú que me trajo a la revolución- me indica que, x lo -, a Ud. no le cayó
bien mi auto-exilio voluntario por asco. Confío en su alma generosa
-momentánemente bloqueada para genocidas- de que sea capaz de disimular mi
pequeña agachada individualista y egoísta, de buscar climas más propicios, en
todos los sentidos. He alcanzado conclusiones claras en mi doloroso análisis de
7 años, que plasmé en mi libro, última tarea que me planteé apuntando a 2
objetivos primarios e insoslayables: La toma de conciencia popular y la toma
del poder militar por parte del pueblo. Le comunico que tengo SKYPE, pa' poder
vernos las truchas y charlar mano a mano.
Dentro de una semana voy a Salvador y el 2/12
trataré de estar en el cumple de Ricardo Ferré, en Piriápolis, pa' comer una
corvina negra de arriba. Ayer charlé con “El Muerto”*. Para su tranquilidad,
“comunícole” que sigo llevando al Uruguay posible en mi corazón.
Con
saludos a toda su familia, abrazos de MAU-MAU
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