Prólogo
(escrito por Karito)
Conocí al
Mau por Facebook (sí, la máquina espía de los yankis). No sólo su historia
muestra qué clase de persona es, porque también lo transmite al hablar con él.
Hoy, a tan
sólo unos meses de su cumpleaños, quiero darle éste regalo.
Me enganché
a hablar con éste viejito, al que le quedan dos cortes de pelo, por su lucidez
y su humor, cosas que me llevaron a no soltarlo más.
No soy buena
para escribir cuando tengo que hacerlo, pero acá no es una obligación la que me
lleva a hacerlo, sino el deseo de expresar, el deseo de dejarle claro a un
humanito todo lo que significa para mi.
Por ser uno
de esos seres humanos indispensables, a los que nos referimos cuando hablamos
de alguien con valores, y eso que la raza humana esta señalada por falla de
fábrica.
Por más que
no haya nadie que sea “indispensable” (como decía el Che), él lo es! Por ser
alguien que vive con el deseo de despertar a sus compañeros del mundo.
Porque
conserva un corazón limpio y puro. Porque tiene la mente despejada de telas de
araña. Porque el falso brillo no logró engañar a sus ojos, porque todos caemos,
como él también lo hizo, pero logró levantarse y seguir, a pesar de las mieles
que le quisieron ofrecer. Porque hace falta mucho mérito para llamarse “humano”
y él lo tiene. Porque sin darse cuenta, sin quererlo siquiera, llega a la gente
y les ayuda a iluminar un poco el camino, como lo hizo en mí.
Al dejarme
ver que una no está sóla, que no se es un sapo de otro universo.
Gracias, mil
gracias por compartir las risas. Lo único que vale en ésta vida, compartir el amor
y el respeto.
¡Jamás
permitas que tu pluma (“lapicera” dicho en antiguo) deje de cantar, Mau Mau!
Un besazo, TU
Karito
(de alma)
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