miércoles, 30 de julio de 2014

Prólogo (escrito por Karito)

Conocí al Mau por Facebook (sí, la máquina espía de los yankis). No sólo su historia muestra qué clase de persona es, porque también lo transmite al hablar con él.
Hoy, a tan sólo unos meses de su cumpleaños, quiero darle éste regalo.

Me enganché a hablar con éste viejito, al que le quedan dos cortes de pelo, por su lucidez y su humor, cosas que me llevaron a no soltarlo más.
No soy buena para escribir cuando tengo que hacerlo, pero acá no es una obligación la que me lleva a hacerlo, sino el deseo de expresar, el deseo de dejarle claro a un humanito todo lo que significa para mi.

Por ser uno de esos seres humanos indispensables, a los que nos referimos cuando hablamos de alguien con valores, y eso que la raza humana esta señalada por falla de fábrica.
Por más que no haya nadie que sea “indispensable” (como decía el Che), él lo es! Por ser alguien que vive con el deseo de despertar a sus compañeros del mundo.
Porque conserva un corazón limpio y puro. Porque tiene la mente despejada de telas de araña. Porque el falso brillo no logró engañar a sus ojos, porque todos caemos, como él también lo hizo, pero logró levantarse y seguir, a pesar de las mieles que le quisieron ofrecer. Porque hace falta mucho mérito para llamarse “humano” y él lo tiene. Porque sin darse cuenta, sin quererlo siquiera, llega a la gente y les ayuda a iluminar un poco el camino, como lo hizo en mí.
Al dejarme ver que una no está sóla, que no se es un sapo de otro universo.
Gracias, mil gracias por compartir las risas. Lo único que vale en ésta vida, compartir el amor y el respeto.


¡Jamás permitas que tu pluma (“lapicera” dicho en antiguo) deje de cantar, Mau Mau!

Un besazo, TU Karito

(de alma)



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