viernes, 1 de agosto de 2014

Pero el libro aún no terminó... la última nota es de un pibe al que adoro, en la foto se le ve toda la facha. Espero que más de uno haya llegado a abrir los ojos al terminar de leer el libro, en cuanto a la realidad que le rodea. Vivimos en una mentira, gente. Empiecen a abrir los ojos de una vez por todas!
Soy un apátrida.-

"... no soy de aquí,
no soy de allá,
no tengo edad,
ni porvenir...".
Facundo Cabral

Es jodido ser apátrida. Sientes que estás colgado del pincel. Es parecido a la sensación de estar en el exilio con la ventaja que ya no tienes más nostalgia de la patria ni la añoras. Yo ahora vivo en "mí" patria (todavía tengo 14 hás. a mi nombre en Lavalleja), sigo siendo considerado "un ciudadano uruguayo", porque no se me niega el derecho de aportarle los 2.000 dólares de media, que cada ciudadano le dá al Estado ni los U$S 0.33 x día, que cada ciudadano pone para sustentar los 50.000 milicos que defienden nuestra "soberanía" -y de paso- los intereses de la oligarquía, las multinacionales y el imperio o no?
En mi infancia y juventud me enorgullecía de ser uruguayo, pero de a poco se me fué destiñiendo la nacionalidad.
A los gurises no se les debería mentir en la escuela, ni en la casa, ni en la iglesia. Te cagan a mentiras, pero uno de a poco, se va avivando y en cada desilusión dolorosa se va dejando un girón más del "amor a la patria" que nuestros milicos tienen pa' tirar pa' arriba. A mí el poco amor a la patria que tenía me lo abollaron a patadas en los cuarteles. Después descubrí que x el hecho de haber elejido ser subversivo -con todo lo que eso supone- demostraba que no amaba mi patria: asesino, secuestrador, ladrón de bancos, estar contra la explotación del hombre x el hombre, contra el latifundio, contra los prestamistas usureros (fueran ellos nacionales o internacionales), contra que los medios de producción PUEDAN ser privados, contra los burócratas parásitos del Estado lo que lo torna caro, corrupto e ineficiente.
A la policía le perdí el respeto en función de sus propios méritos, de los que hicieron gala en las 32 veces que me llevaron preso en mi vida.
 ("Si lo llevaron preso algo habrá hecho...." comentará seguramente cualquiera de esas señoronas burguesas, culonas y reaccionarias que integraban esa multitud silenciosa de 800.000 ciudadanos/as, que apoyaron el "proceso" y lo apoyan todavía - ver las encuestas-).
A la justicia le perdí el respeto, cuando entendí x qué le decían "justicia de clase".
A la aduana le perdí el respeto, no sólo por mi experiencia de haber sido un piloto -contrabandista-, uno de los oficios más dignos que conozco, (disculpen que excluya de la clasificación a los pilotos militares que contrabandean en los Hércules estatales desde P. Arenas), junto con el de agricultor o pescador -dentro de un país clasista, de privilegios y lleno de corruptos, coimeros, escaladores y ambiciosos como éste, claro; sino por haber tenido múltiples experiencias que no necesito registrarlas en un libro. Estoy seguro que me salen a comprar los derechos para que no se edite...
En una de las pocas medidas administrativas con la que concuerdo plenamente, me retiraron del padrón electoral; no puedo votar; así que ningún partido cobra los pesitos de mi voto.
La última vez que voté fué en el 1er. Plebiscito, dónde casi todo el mundo votó asustado y perdí; fuí uno del 1.100.000 uruguayos que son concientes de que si no ponen a los milicos en su humilde lugar de empleados públicos privilegiados, (y más privilegiados x estar enfierrados; x aquello de que "el poder nace del fusil"), el atropello monstruoso y desconocido se va a volver a repetir; idéntico, xque lo enseña la historia pasada y reciente.
Por ahora, camina muy bien la política implantada por Mac Namara a partir de Viet -Nam de "combate a la pobreza" que es puro verso, pero que sirve para engrupir a la gilada y mantenerla esperanzada.
Lo importante es que el negocio no pare, y si es posible que mejore.
Y las cifras demuestran que va viento en popa.
Cumplí 72, no me queda tiempo, pero me muero sabiendo exactamente lo que hay que hacer para lograr los cambios. Conciencia popular y desarmar al sistema. Van a continuar tirando un tiempo con fragmentos cada vez más breves.-
Lo que se pueden sacar con un peine fino, los crédulos que compran los versos que les venden, es que van a desaparecer los bichicomes, los que duermen en las calles, los malabaristas, los hurgadores, los gurises que salen a meter el caño o van a mejorar las cárceles, el INAU, el desempleo, la educación, la salud pública o la vivienda. Está todo el pescado vendido. El pueblo va a seguir ignorante, manipulado y engañado.
Nadie quiere cambiar nada; como casi todo el mundo está acomodado o prendido de alguna tetita -o tetona- estatal (verbigracia: SACEEM) podemos hacer de cuenta que vivimos en el mejor de los mundos y que "el país" mejora cada día más.
¿Pero de quien es el país? Mío no es, ni siquiera en el sentimiento.
P.D.: En el 2014 me pongo a hinchar x la celeste, que eso no compromete a nada y nos dá el sentido de nación, que la gran estancia medieval no lo dá.


MAU MAU

Don Jorge Rossi Rebufello

C.I 1350.985-5, Credencial EAA 22288.
Preso N° 1542. Piloto A 2637. Piloto B 432



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