sábado, 17 de septiembre de 2011

EL CAPITALISMO: ¿ una enfermedad?.-

04/09/06

El capitalismo: ¿una enfermedad?

El hombre es producto de sí mismo y la sociedad es producto del hombre. El elige las pautas y las conductas a las que se somete, y determina reglas de juego convencionales, que una vez aceptadas o impuestas, la mayoría respeta y obedece. Vichando la Historia y la Geografía uno ve que a través de diferentes culturas y lugares y a través del tiempo, las pautas, las reglas y las convenciones mudan.
La acumulación de recursos naturales, incluso territoriales, la formación de élites o clases altas – siempre opresoras – determinan la explotación del hombre por el hombre, que no es – sin embargo, el mayor mal que el capitalismo le ha traído a la Humanidad, a pesar de  monstruoso. (De África trajeron 85 millones de esclavos). El mayor mal es la pandemia sicológica que ha provocado a nivel mundial CONFUNDIDA CON PROGRESO.
A cualquier desgraciado se le pudre el mate con el consumismo y le vende el alma al diablo. El capitalismo, aparte de ser una enfermedad, ha esclavizado a toda la humanidad.; a todas las clases, a todos los hombres. El único capital real del hombre es el tiempo que media entre el nacimiento conocido (porque es el día de tu cumpleaños) y cualquier día que el infarto de miocardio elija. El hombre bloquea y niega la muerte y vive como si fuese inmortal. Generación tras generación son educadas en la competencia, la acumulación, el poder y la riqueza.
Yo no sé si es posible “cambiar la  cabeza”, lo que sí sé es que es imprescindible, caso contrario la especie se auto-destruye. A medida que nos aproximamos al caos final (que está ahí nomás, a la vuelta de la esquina) van apareciendo – cada vez más – síntomas de toma de conciencia.. Podría ilustrar con un rosario impresionante de ejemplos.
“Cambiar la cabeza” significa – primero – comprender que esta filosofía que gobierna la humanidad toda, no le sirve al hombre, y segundo, comenzar a elaborar e implantar un orden sustitutivo.
Ya sé que no es “moco’e pavo” y tampoco sé si será posible. El PCC (Primer Comando de la Capital) que consiguió organizar parte de los 360.000 presos brasileros realizó en 3 días 102 atentados, incendió 80  ómnibus y mató una centena de personas (la mitad milicos), en  4 estados  brasileros. El gobierno de S. Paulo terminó negociando una tregüa. Pongo este hecho como ejemplo porque para mí es un síntoma del caos que se avecina. No creo que el Estado  Brasilero sea capaz de instrumentar soluciones (ni ningún Estado del mundo), porque el fenómeno es apenas una consecuencia de causas complejas que no pueden eliminarse – apenas minimizarse – ya que aplicar soluciones obvias y simples, significaría disminuír  la plusvalía y amenazaría la propia existencia  de la sociedad de clases y el sistema capitalista, ¿o no?

                                                               

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