martes, 13 de septiembre de 2011



¿Cuál es el plan? Hace 40 años se creía necesaria la reforma agraria, la nacionalización de la banca, esas cosas….de a poquito la reforma agraria se está haciendo. Estará terminada cuando los argentinos y brasileros terminen de comprar el país… Ahí quiero ver qué cosas van a hacer los gringos acreedores para cobrar la deuda si les vendimos la garantía…. Viveza criolla, ¿viste? Hace un año que el frente es gobierno. La mejor prueba de que es un buen gobierno es que la oposición está contenta y se llevan bien.
En la oposición incluyo a los empleados públicos de uniforme, este dinámico grupo, este dinámico grupo que hasta ahora nadie me ha explicado en utilidad, que por lo menos hasta Roslik combatió la manera de pensar que los integrantes de éste gobierno dicen tener.
Les estamos dando una lección de urbanidad y buenas maneras…¿Necesitan barquitos,
Avioncitos y radarcitos para la “defensa”? Ahí tienen 1.600 millones. Disculpen que no les podemos dar más. Porque le tuvimos que dar 720 a la educación. Si el frente ganase
las elecciones en el 71 los brasileros iban a tomar el país en 36 horas. Dicen que en marzo habrá un país en 36 horas. Dicen que en marzo habrá un debate sobre el tema,
“Cosas veredes Sancho……”
Lo demostré, y quedó asentado en actas en el Palacio Legislativo, que sólo la Fuerza Aérea  se había embolsado – inconstitucionalmente – 2.000.000.000 de dólares en 32 años. ¿Pasó algo? No sé, porque soporté un embarazo y después me volví a exiliar en  Brasil. “Bandido è bandido, policía è policía” se dice aquí. Uruguay es Uruguay y aquí no va a pasar nada. Me contaba el “sauroso” Marcelino García quien cuando llevaba a los Comandantes cubanos a comprar carne al Frigorífico Tacuarembó, ellos le decían mirando desde el avión “pero mira esos campos, chico, aquí falta mucho para que haya una revolución”…
¿E agora , José? Nada, no va a pasar nada. El domingo vamos  a comernos un asado en un balneario. En mi atrevida opinión de neófito sin formación política la revolución no es otra cosa que un osado e imaginativo cambio de valores.
Significa renunciar a la ideología egoísta, individualista, clasista y consumista del capitalismo con su nauseabunda escala de antivalores, para otra donde los valores son la solidaridad y no la explotación, la verdad, la justicia y la felicidad  del  hombre., cualquier hombre; todos los hombres como meta. Para eso hay que tirarse al agua, y para eso hay que creer firmemente  en la posibilidad de alcanzar un ordenamiento mejor, con verdad, justicia y paz. Pero jamás se llegará a ningún lugar si seguimos cuidando la ropa, cuidando la chacrita propia. Mucho menos un pueblo con la pirámide social del pueblo uruguayo. Vamos a reconocernos como somos para  a partir de ahí ver lo que podemos construír con lo que tenemos. Si queremos, claro. La complacencia es
tan  grave como la autoría. Muchos no hicieron pero dejaron de hacer.
¿E agora, José? ¿Cuál es el plan?

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